Mostrando entradas con la etiqueta GIRA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta GIRA. Mostrar todas las entradas

sábado, 27 de febrero de 2016

"L.A., o la armonía de los colores y de los sentidos."


L.A. presentó anoche en Palma su último trabajo: "From the City to the Ocean Side", y lo hicieron extremando los detalles para con el público asistente. Decidieron hacerlo en el Museo de Es Baluard,  al aire libre y con un aforo de 500 personas, a sabiendas de que en este recinto se permite el acceso de menores de edad acompañados.

Para empezar, los chicos nos sorprendieron con un trío de cuerdas (Blue Notes) que amenizaron la primera parte de la velada interpretando varias piezas clásicas y algunas versiones para aquellos no tan duchos en la materia. Un teloneo atípico a la vez que acorde con el emplazamiento, del que pudimos disfrutar pequeños y mayores.

La puesta en escena de la "City/Ocean Tour" es sencilla pero a la vez con una estética muy cuidada, como todo lo que hace L.A. Querían presentarnos su concepto creativo de una manera global, así que hicieron traer los elementos escenográficos desde Madrid. Luces y sonido acompañaron este planteamiento a la perfección.

La lista de canciones fue confeccionada para agradar al público asistente. 24 temas, combinando temas de su nuevo trabajo y de los anteriores. Obviamente el público se vino arriba con los clásicos, pero me sorprendió gratamente oir como la gente coreaba los nuevos temas. No en vano  "From the City to the Ocean Side" ha estado en la lista de los álbumes más vendidos desde su lanzamiento.

Como profesionales que son, si hubo algún pequeño fallo por ser la primera vez que se presentaban los temas en formato eléctrico, éste no fue advertido por el público general. L.A. estaban cómodos sobre el escenario, arropados por su público y felices de poder presentar su nuevo trabajo en directo.

Como les comenté personalmente al acabar,  "From the City to the Ocean Side" está plagado de temas que lucen de por sí en formato acústico, así que tenía curiosidad por escucharlos en directo en eléctrico, y, como cabía esperar,  no me defraudaron.

Esta gira pasará por varios festivales de verano nacionales, México, y Alemania, y a finales de año los podremos ver en sala en las principales ciudades españolas.


Nos os los perdáis!



Enlace a la web del grupo: http://latheband.com/


FESTIVALES DE MÚSICA, ¿EL NUEVO "LADRILLO"?




                                 Primeras filas para ver a Beady Eye. 


En los últimos años se observa un crecimiento masivo de festivales de verano en todos los rincones de España, en coherencia con el aumento de un público al que le cuesta pagar 15€ por un cd o por una entrada, pero que no pone ningún problema en pagar más por ver un "lote" de bandas, o por simplemente pasar unos días de fiesta.

Los empresarios más avispados ya llevan unos años reinventando el concepto clásico de festival, diversificando carteles, oferta de entretenimiento, ampliando días y buscando patrocinadores (aunque en España se ingresa poco en estos momentos por patrocinios). El público al que se dirigen es un público masificado y diverso, con diferentes inquietudes, ampliando así el mercado.

Los festivales mueven dinero. Mucho. El Festival Internaciona de Benicàssim (FIB) ha aumentado este 2015 un 6% el público y ha generado unos 450 millones de euros. Otro grande, el Arenal Sound, supone una inversión media para los organizadores de unos 4.5 millones de euros que recuperan con creces. Prueba de ello es que los hermanos S.S. no han dudado en coger las riendas de otros festivales como son el Granada Sound, el Viña Rock y el Festival de les Arts. Veremos como evolucionan estos últimos en su próxima edición. Al Granada Sound (antes Alhambra Sound) ya le han aplicado los conceptos básicos de su línea empresarial: de festival de un día pasaron a dos, barras de bebidas separadas por marcas, diferentes ambientes para públicos diferentes, y cambio de recinto por uno con mayor capacidad. 

Los festivales de música también generan beneficios en las localidades que apuestan por el "turismo de festivales". En 2014 la Diputación de Castellón cifró en 45 millones de euros el impacto económico derivado de los turistas de festivales en su provincia.

En general, y en los tiempos que corren, a los grupos y a sus representantes les interesa formar parte de los carteles festivaleros por motivos obvios: al ser un evento por el que se cobra una entrada saben que cobrarán en el año en curso -a diferencia de cuando son contratados por instituciones públicas. Además no tienen la presión de tener que llenar un espacio por sí mismos (cosa al alcance sólo de los artistas más consolidados). Por este motivo, los artistas planean sus giras veraniegas en torno a los festivales, y los mejores representados están presentes en varios carteles. Algunos artistas parecen ingredientes habituales de cualquier festival. Olé por sus representantes.

Como consumidora de música, y como buena sibarita, prefiero pagar por ver a los grupos que me gustan en sala. Pero también entiendo que con un IVA cultural del 21% en estos momentos en España, no queda otra que reinventar el mercado.

¿Se trata de una burbuja con fecha de caducidad? Es discutible. Cierto es que el número de artistas que pueden encabezar un cartel es limitado. Los grandes festivales no se solapan, facilitando la presencia de los artistas más demandados y la asistencia del llamado "público festivalero", que va de festival en festival. Pocos festivales se pueden permitir que un artista firme con ellos en exclusiva. Y en realidad, pocos festivales necesitan hacerlo. 

De cada vez se abre más la brecha entre los grandes y pequeños festivales. Pero al diversificar los carteles y combinar grupos nacionales con internacionales, indie con electrónica, sumar DJs, y/o rescatar grupos del olvido se abarata el coste final de contratación y se alarga la esperanza de vida de los festivales. Así que bien llevado, hay futuro para el mercado festivalero mainstream.


                                    Me encantaría conocer tu opinión! Send me a tweet!  click to tweet

NO POR SER BUEN MÚSICO SERÁS BUEN SIDEMAN







"Sideman": Músico profesional contratado para acompañar al artista titular en giras o grabaciones. 

Muchas veces hablamos de los artistas y demasiado pocas de sus sidemen. Pero los grandes artistas se rodean de los mejores sidemen. Es así. Y los grandes artistas saben cuidarlos.

Dice mucho de un artista "titular" (todos son artistas, pero bueno, ya me entendéis) presente a sus sidemen como su "banda", como parte del equipo. Porque así debe ser una banda, un equipo bien liderado. 

El otro día tuve la suerte de atender un concierto de U2 en Barcelona. Si había sidemen, que entiendo que sí, porque entre otras cosas sonó un piano que no vimos, ni estaban en el escenario ni fueron nombrados. Es una manera de recalcar que los conocidos son ellos y de alguna manera evitar lo que ha pasado en otras grandes bandas como los Rolling Stones, en la que Ronnie Wood pasó a ser miembro del grupo en 1990, tras años de ejercer su función como sideman. 

No cualquiera puede ser un buen sideman. Musicalmente ha de poder adaptarse a lo que el artista "titular" le pida. Ha de ser capaz de improvisar o de saber seguir al artista "titular" si éste se desvía de lo ensayado. Un buen sideman llega un rato antes de la hora prevista, con su parte trabajada, y con una sonrisa. En definitiva, ha de ser un gran músico y un buen profesional. Pero eso no es suficiente.

Un buen sideman encaja en el equipo como uno más, pero sabe perfectamente cual es su rol en el grupo y se siente cómodo en él. El artista "titular" establecerá los límites de la interacción del sideman con el público y con la banda "titular". Lo normal es que se establezca una relación de amistad y de confianza entre los "titulares" y los sidemen, para lo cual el sideman deberá tener buenas habilidades sociales, además de una familia muy comprensiva.

Además, un buen sideman ha de ser moldeable estilísticamente. Suena duro, pero la imagen es parte importante de muchas bandas. Así que se vestirá como le digan y se sentirá cómodo con ello.

Y por último, pero no menos importante, un buen sideman es discreto. Lo que pase en los camerinos, en los ensayos, en la furgoneta, ...,  se queda allí. 

Un buen artista no necesariamente cambiará de sidemen cada gira. Si los músicos acompañantes encajan con el grupo y con el nuevo proyecto, y son buenos profesionales, pueden continuar ejerciendo ese rol en la banda durante años. Ejemplo de ello es Dominic Miller, guitarrista por contrato de Sting desde 1991.

Muchos de los sidemen que vemos en los escenarios españoles son grandes profesionales con muchas tablas. Podría daros muchos nombres, pero me dejaría a alguno. Este es mi pequeño homenaje para ellos. Gracias por hacer que todo encaje sobre el escenario.



                              Me encantaría conocer tu opinión! Send me a tweet!  click to tweet